Sus palabras me han dejado boquiabierto y patidifuso, me ha recordado usted a Wiston Churchill que dijo antes de morir: " todo es tan aburrido". Seguramente no hubiera dicho lo mismo si hubiera visto el presente o lo que retrataré hoy aquí, y usted rectificaría sus palabras también al ver , como el mundo puede ser excentrico, locuelo y escandalizante y porque no divertido, depende con los ojos con los que se mire, claro está.


Su imagen era efectista y con algo de hipertrofia formal, que más que nombre de enfermedad se puede definir como exageracion de las formas, ejemplo de ello son sus tocados que lució a lo largo de toda su vida social, en numerosos actos. Sus formas eran siempre llamativas e impactantes y por ello su vida pasó a un segundo plano tomando importancia su testamenta, su particular estilo. Con tendencia a la depresión, y un cancer de ovarios pudieron con su alocado estilo, acabando con su vida bebiendo insecticida, algo casi tan extravagante como sus estilosas apariciones.

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Tal fue su característico gus


Más allá del homeje en el funeral, sus hijos adoptivos en la moda o sus "descubrimientos" han homenajeado a Blow con reminiscencias a ella en sus colecciones sirva de ejemplo Alexander Mcqueen.



O incluso peca de repeticion de codigos culturales agotados. La representación de la piedad ha sido objeto de numerosas obras a lo largo de los siglos, entre las que podemos destacar las que realizo Miguel Ángel en siglo XVI.
Aquí te pongo dos ejemplos uno de JAM Montoya y otro de David Lachapelle, que ven de esta manera a la piedad de Miguel Angel.
En esta nueva interpretación del tema, por Lachapelle nos encontramos una Virgen encarnada en Courtney Love, con Kurt Cobain entre sus brazos, como si de una heroína de Tenesse Williams se tratara. La versión de JAM sigue un esquema similar a la anterior, simplemente qeu incluyendo su trocito de creatividad.

Y esto es todo desde mi marquesado señora Rochsenstire, espero poder debatir con usted, lo cual siempre es un placer, estos y otros temas que convulsionan la sociedad contemporanea, y hacen que nos atragantemos con las galletitas de mantequilla. Por cierto para la próxima cita, tiene que hacernos usted su ya famosísimo bizcochuelo de zanahoria con salsa de ruibarbo.
Señorito Yanes.
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